MUJERES PIONERAS DEL SIGLO XX
E l que escribe estas notas, tuvo un privilegio del destino, servir mas de veinte años en un lugar tan apacible y hermoso como es la ciudad de Gualaquiza.
Para llegar a la ciudad hace en ese entonces se requería de no poco sacrificio a pesar de que ya había una carretera; pero solía preguntarme, ¿Cómo llegaban antes acá las señoras?.
El amor a su esposo, el cariño a sus padres, a sus hijos, la vocación de servicio, el deseo de ver prosperar a un pueblo casi olvidado en las estribaciones orientales de los Andes; fue lo que trajo a estas intrépidas mujeres, ha formar su hogar que nunca abandonaron pese a la nostalgia por la tierra que les vio nacer.
La suerte y ese mentado destino, me hizo conocer a estas grandes pioneras; pude escuchar de ellas las incontables aventuras, desgracias y peligros, por los que pasaban al trasladarse de sus lugares natales a estas selvas casi inhóspitas pero que prometían un futuro grande y mejor para los suyos, especialmente para los que estaban por venir.
Farragosos e intransitables caminos, solo aptos para las bestias, lluvias interminables, neblinas espesas, fríos inconmensurables, temor al salvaje, a las fieras y alimañas; no detenían a estas valerosas mujeres de mediados del siglo XX, llegaban a Gualaquiza, salían de ella para retornar nuevamente a donde habían hecho su dulce hogar.
Viudas unas, solas otras, habían echado raíces profundas en estas tierras cálidas; y, no había poder en la tierra que las desraizase de Gualaquiza.
Acá estaban sus amores, el grato recuerdo de su finado hombre, de sus hijos que se les adelantaban, de sus antiguos padres, que les trajo al mundo. Se aferraron a esta tierra que la hicieron habitable y hermosa, y solo se rindieron a la llamada del Señor. Y hoy descansan en paz en esta misma tierra. FDA
Como no recordar el nombre de estas valerosas mujeres, a las que les debemos, si no veneración, extremado respeto; y, me permito mencionar sus nombres, si no es atrevimiento mío; más tal vez olvidarme alguno de ellos por la fragilidad de la memoria.
Todas llenas de bondad y sabiduría, estirpe de valientes colonos.
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-Dña. LIGIA SAMANIEGO.
-Dña. ALCIRA AREVALO.
-Dña. ZOILA CORONEL.
-Dña. JULIA CALDERON DURAN
-Dña. ESTER LOYOLA.
-Dña. RAQUEL SERRANO.
-Dña. ZOILA IDROVO DE FÁREZ.
-Dña. ZOILA IDROVO DE FÁREZ.
Vaya también este homenaje a las pioneras que aún se encuentran entre nosotros:
Dña. FILOMENA PESANTEZ DE CORREA.
Dña. GUILLERMINA CHOCO DE AVILA.
Dña. CELINA ASTUDILLO VDA. DE SAMANIEGO.
Dña. CELINA LLANOS VDA DE LLANOS..
Dña. ALEJANDRINA CALDERÓN VDA DE JACOME.
Dña. GENOVEVA TORRES VDA DE LEÒN.
Dña. ESPERANZA CHIRIBOGA DE CHOCO.
Dña. GUILLERMINA LOYOLA VDA.DE NIETO .
Dña. CARMEN ALEMAN.
Dña. JESUS ALVARADO.
Dña. CARMELA CORONEL.
Dña. LIBIA AREVALO.
Dña. CRUZ ARIAS.
Dña. AMERICA CORREA AMAY.
Dña. HORTENCIA LITUMA.
Dña. GERARDINA LOJANO.
Dña. ELVIA LOJANO.
Dña. LUCINDA.CORREA AMAY.
Dña. EUGENIA PULLA.
Dña. ROSAURA RIVAS
Dña. MARTHA IÑIGUEZ.
Dña. MERCEDES SAMANIEGO.
Dña. MERCEDES SANMARTIN.
Dña. ROSA ARIAS.
Dña. CRISTINA SAMANIEGO.
La Lista sería interminable.
No faltarán páginas en este Boletín para biografiar a estas valerosas mujeres que trajeron amor y esperanza a Gualaquiza. Pues no solo esto se merecen, sino un monumento que conmemore su arribo junto al hombre intrépido, y que forjaron hombro a hombro un pueblo digno de vivir.