Es interesante anotar, la solemnidad previa al día de
fundación política y religiosa de Gualaquiza.
Un mes, el mes de mayo dedicado a la Virgen María fue el
preludio de esta magna fecha de creación política de Gualaquiza.
Quién mejor para narrarlo que
el P. Francisco Mattana, en
noviembre de 1.895, en una carta dirigida a su Superior expresa: (Relaciones
de viajes 1893-1909).
“… Por la ayuda y organización del Sr. Guillermo Vega, nuestro amigo y
notable bienhechor, el segundo día del triduo llegaron a Gualaquiza, desde el
Sígsig, unos músicos, que con sus conciertos solemnizaron aún más las fiestas de la Ascensión de
Nuestro Señor Jesucristo, y la velada que hubo en honor de M. SS. Auxiliadora
se realizó por la tarde. En ésta tomaron
parte no solamente los de Gualaquiza, sino también muchísimos de las cercanías
y especialmente muchísimos Jíbaros, atraídos sobre todo por la música de la banda.
A las seis, después de las vísperas y la Bendición, bellísimos fuegos
artificiales, ofrecidos todos por el prioste a quién Yo alabé por su
generosidad, el Sr. Vega; alegraron especialmente a los Jíbaros, que nunca
habían asistido a ese espectáculo.
Pero lo que impresionó más fue el día siguiente, solemne
fiesta de nuestra Auxiliadora. En la Misa de la comunidad hubo comunión general
y cuatro primeras comuniones. A la Misa solemne que Yo celebré, asistieron en
puestos reservados el Sr. Antonio Moscoso,
Gobernador de esta nueva Provincia, su Secretario, los jueces etc. En traje de
parada.
Después
de la Misa hubo la solemnísima
Procesión en honor a María. Al
frente de todos, entre dos acólitos con candeleros y la Cruz. El Gobernador,
acompañado por los suyos, tenía delante de sí la bandera de la
república, y poco después uno de nuestros hermanos salesianos llevaba la
bandera papal.
La estatuita de la Virgen Auxiliador, colocada
en su modesto y devoto trono, era llevada por algunas mujeres y chicas, Yo
estaba detrás, vestido con sobrepelliz y estola acompañado por mis hermanos y
representaba la autoridad eclesiástica.
Todos,
hombres y mujeres, también los Jíbaros, nos acompañaban bien ordenados en dos
filas.
Unos
25 soldados rodeaban a la virgen y a la autoridad eclesiástica y civil, y,
divididos en seis piquetes, cada cincuenta pasos disparaban sus fusiles.
En el
intervalo se oía a la banda, o se cantaban las letanías y otras canciones en
honor de la Virgen. Oh! Qué hermoso, piadoso, conmovedor era ver a la Virgen
Auxiliadora pasearse triunfante por las futuras calles de la nueva provincia de
Gualaquiza, y que feliz habrá estado por esto nuestro buen padre Don Bosco
desde el paraíso.
Terminada la procesión, el Gobernador
pasó revista a los soldados, mientras tocaba el Himno Nacional; y cuando estuvimos todos reunidos, establecimos
formalmente, que María SS. Auxiliadora sea la Patrona de la nueva provincia de
Gualaquiza, y por consiguiente, el día 24 de mayo sea fiesta solemne
eclesiástica y civil”.