HABLAR DE GUALAQUIZA ES TAMBIÉN HABLAR DE LA NACIÓN SHUAR.
Mucho de ella hablaremos en este BLOGG.
Familia shuar de principios del siglo pasado
Gualaquiza
a ha sido escenario de manifestaciones culturales que parten y hay que
reconocerlo desde la época del asiento de esa cultura nativa, la shuar. Cultura
que posee su propio lenguaje ancestral y vivo aún, que mantuvo sus costumbres y
tradiciones hasta hace poco; y, que hoy trata de rescatar lo poco que queda de
ella, luego de una agresiva e intencionada campaña por hacerla desaparecer de
la faz de la tierra.
La
nación shuar, máxima expresión cultural de libertad y dignidad, habitan bastas
regiones sur orientales de nuestro país, comprendidas entre las cuencas del
Zamora el Santiago y el Morona; son un pueblo como pocos, que luchan por su
supervivencia y su espacio físico vital.
Desde
la penetración al territorio amazónico de los denominados capitanes de
conquista y los misioneros, a la nación shuar se los ha tenido por gente sin
cultura, sin civilización; usados unas veces como objetos de propaganda para obtener
réditos económicos, se los ha descrito tan peyorativamente sin examinar a fondo
que fueron y son poseedores de una extraordinaria cultura propia.
El
paternalismo la caridad la imposición de ideas, influenciaron en el nativo
drásticamente hasta el punto de cambiar
su mundo y su rumbo.
Considerados
como conejillos de indias por antropólogos antiguos y por misioneros que los
describía con una versión de grupo
interesado y acomodado a su modo religioso de pensar; su exagerada forma de
mirar al mundo shuar no les permitió
compararlos paralelamente con lo que ocurría en el mundo “civilizado “
de entonces .
Este
mundo “civilizado” de guerras y holocaustos europeos, de la vendetta italiana,
los asesinatos en masa etc. Barbaries europeas peores que las supuestas
costumbres shuar de pequeñas rencillas tribales, esporádicas reducciones de
cabezas de sus enemigos vencidos en
guerra, hechos que no fueron motivo para su extinción; cuando en Europa
se exterminaba naciones completas que hoy ya no existen.
La
utilización del shuar como propaganda misionera para atraer bienes materiales a
la congregación si fue denunciado por propios misioneros como nada cristiano y
civilizado, son acaso páginas grises en esta historia.
Pese
a toda la cultura shuar sobrevive, esperemos que sus auténticos hijos, se den
cuenta el valor y la importancia de su cultura y traten de alguna manera de
rescatar sus valores, especialmente los relacionados con su folklore, su
artesanía, su gastronomía, su medicina natural entre otros, alejándose de
costumbres ancestrales negativas.
En
el mundo mestizo la cultura como tal es un poco esquiva, si bien hay bastante
formación académica, la cultura propia
aún es incipiente, pero dado el desarrollo local en el campo educativo,
no tardará el pueblo en expresar su cultura en sus muchas manifestaciones como
son el arte, la literatura las ciencias etc.
Gualaquiza debería sacar mucho provecho
teniendo en su seno una cultura
ancestral viva; muchas culturas en el mundo han desaparecido en la bruma de la
historia, muchas civilizaciones se han extinguido pese a su poderío, en nuestro
país ya no existen algunas culturas nativas
de las que tanto habla la historia.
Cuidemos
las que aún quedan, apoyemos a ellas como un patrimonio cultural vivo de
nuestro País.
La cultura shuar
necesita capacitación entre otros conocimientos, de legislación nacional,
necesitan conocer sus derechos y necesitan saber que el derecho ajeno debe ser
respetado acorde a la ley nacional.
El conocimiento del mundo mestizo en este
campo del derecho capacitará al shuar a convivir mejor con los colonos del
cantón y muy en especial a saber convivir con los de su propia nación, hoy más
confundidos que antes, tratan de reivindicar derechos ancestrales pero de
maneras violentas y muy alejadas a la realidad jurídica del país.
Ellos deben comprender que son ecuatorianos
como todos nosotros y que la Ley manda, prohíbe o permite a todos los
habitantes de país sin exclusión de persona o etnia alguna; y que tenemos como
todos una Constitución y leyes para todos sin discriminación de ninguna
naturaleza; que el shuar tiene derechos y obligaciones iguales a la que todos
los ecuatorianos las tenemos.
Que
respetándose ellos mismos aprenderán a respetar a todos los demás, y serán más respetados por la
sociedad mestiza.
Que
sus leyes y costumbres ancestrales que no se enmarquen dentro del ordenamiento
jurídico nacional, están prohibidas, y son estas leyes y costumbres atávicas
que se suponían ya superadas las que están acabando con la unidad de su pueblo,
elemento básico para su supervivencia.
Hoy,
y hay que decirlo, la población mestiza y nativa de Gualaquiza se va
globalizado; mucho de lo que tenemos es importado de fuera de nuestro solar ,
la música, la pizza, la religión, la moda, karaokes, discotecas etc. nos viene de fuera, y no siempre lo bueno; y,
lo peor es casi inevitable, ya nos es casi imposible forjar una propia cultura.
Retomemos el amor a lo
nuestro, amemos la amazonia, su encanto natural, y su inestimable riqueza
natural.