Fray Manuel Plaza.
No será sino después de más de treinta años, allá por
1852 que vuelve a los jíbaros de
Gualaquiza y Zamora el padre franciscano Fray
Manuel Plaza, Obispo de Cuenca.
“El 25 de noviembre de 1852 se internó con felicidad y llegó a Gualaquiza el 7 de diciembre deteniéndose cuatro días en el Sígsig.
“El 25 de noviembre de 1852 se internó con felicidad y llegó a Gualaquiza el 7 de diciembre deteniéndose cuatro días en el Sígsig.
A su
llegada, logró reunir a los jíbaros de Cuchipamba, Bomboiza y Zamora,
atrayéndolos con dádivas".
“El
Ilustrísimo Plaza salió de la montaña y
unos seis meses después estando en una visita pastoral de su Diócesis (Déleg),
una muerte dichosa puso fin a una vida tan larga y santamente ocupada (74
años); con su muerte se evaporaron también todos sus buenos proyectos de
evangelizar estas tribus”.
Para
1.870 arriban a Gualaquiza los padres
Jesuitas, traen consigo a Mercedes Molina y otras dos señoritas
colaboradoras; al parecer también traen la viruela que causó tal estrago entre
los nativos que estos se vieron
obligados a repeler y expulsar a los misioneros
temerosos del contagio.
Por lo que estos
se vieron obligados a abandonar la misión
para 1871.