lunes, 21 de noviembre de 2011

EL DESCUBRIMIENTO.


2 de octubre de 1816.

 Hace 195 años  Fray Antonio  J. Prieto descubría la tribu de los Gualaquiza, precisamente en donde hoy se levanta  la ciudad misma de Gualaquiza, de allá acá  todo se ha transformado, los nativos son diferentes a aquellos  que dieron la bienvenida al fraile y sus acompañantes; los colonos mestizos son otros: los tiempos han cambiado a estas dos etnias, la cultura les ha modelado de tal forma  que han dejado de ser silvícolas los unos y rústicos campesinos los otros; pero su paso por la región esta preñada de historia  trágica o gloriosa, es historia digna de una epopeya.




Los colonos venciendo  una inmensa muralla como lo es la cordillera bajaron con semillas de esperanza a este fértil valle, a convivir con el dueño y señor de la floresta; se quedaron a esperar los frutos  renovados  por la fertilidad, regados con lágrimas  y sudor, esta espera no fue infructuosa.

            El nativo asimiló al mestizo, aprendió del mestizo  y hoy marcha casi a la par con él.

            Hay algo que no debemos olvidar, ese pasado de sacrificio, que es historia del colono; ese pasado ancestral  que ya vagamente ilumina  al nativo, debe mantenerse  en la memoria nuestra, debe escribirse sin exageraciones, sin pasiones interesadas de grupo, para no ser olvidado.

            Gualaquiza debe ser redescubierta, tiene tanto de pre-historia no escrita, tiene tanto de historia por escribirse.

                                  Hagámoslo, descubramos Gualaquiza al mundo.
    Es incuestionable  y evidente el posterior descubrimiento de las ruinas de Santa Ana de Logroño de los Caballeros, hecho por Fray Antonio J. Prieto, en septiembre de 1816 cerca de Gualaquiza; el mismo lo dice, lo informa y lo detalla en un mapa que obra en el Archivo Nacional de Historia.


            Conociendo  la geografía y observando el mapa cuanto la topografía ; estas ruinas se ubican  en donde hoy solo quedan vestigios  de ellas; en el sector Cadi– Zapas de la parroquia de Nueva Tarqui, los “cerros pelados” que naturalmente  continúan pelados y aún existen son fieles testigos de lo que fue esta “ciudad española”.


Memorable  para nuestro cantón, especialmente para nuestra ciudad, es el 2 de octubre; pues por feliz coincidencia la expedición organizada por Fray José Antonio Prieto en la ciudad de Cuenca en el año 1815, y que se aventuro a las selvas orientales para el año de 1816, desemboco en las alturas del sitio que denominamos el Portón; y desde allí diviso el jefe de esta expedición, el hermoso valle ocupado por la tribu de los Gualaquiza.

            Esta expedición fue guiada por José Suero, conocedor de la lengua jíbara, y cuyo objetivo fue descubrir las tan afamadas ruinas de la ciudad de Santa Ana de Logroño de los Caballeros, fundada por el intrépido Capitán D. Bernardo de Loyola, sobrino de Juan de Salinas Loyola.


Virrey José de Abascal y Souza.

            Fray Prieto, al informar al Marqués de la Concordia D. José de Abascal, Virrey de Lima (Perú), le dice haber descubierto la tribu de los Gualaquiza, con quienes entablo amistad; y, le ayudaron a desmontar un espacio suficiente capaz de formar pueblo.

(No fundó Gualaquiza)


            A Fray José Antonio Prieto, le debemos el perenne nombre de GUALAQUIZA, antes, en los anales de la historia, este nombre no había sido pronunciado.

            Nombre heroico por mil títulos, que resonará como ayer, hoy y siempre en los ámbitos nacionales y fuera de nuestras fronteras Patrias.    FDA.